jueves, 8 de marzo de 2012

EL COLOQUIO DE LAS FLORES

Once upon a time,en un pequeño pero coqueto jardín, vivía una espledorosa rosa de un rojo intenso. Tal era su belleza, que era admirada por propios y extraños. Se había criado en un riconcito donde el sol apenas podía herirla con sus rayos. Y, para evitar accidentes de cualquier tipo, el dueño del jardín la cercó con la valla más bonita de toda la tienda.
Pasaba día tras día allí sola, aunque tenía todo lo que necesitaba, y siempre era mimada con esmero. Sin embargo, a pesar de tantas atenciones,se sentía sola y vacía. Desde su posición  privilegiada, podía observar como un grupo de margaritas vivían felices no a mucha distancia de ella. La hastiada rosa no comprendía el por qué de sus risas. Nadie se paraba a admirar a aquellas flores tan normales, además, las habían colocado al alcance de los más pequeños y día a día eran castigadas por los rayos del sol,por si fuera poco, los jóvenes se entretenían en deshojarlas cruelmente para encontrar la respuesta a encrucijadas sin sentido. Pero a pesar de acabar el día aplastadas o marchitas, cada mañana despertaban felices y radiantes, con la ilusión de comenzar un nuevo día.
Una tarde, un perro se coló en jardín, y después de escarbar durante un rato, se puso a revolcarse encima de las margaritas. Cuando finalmente el can decidió marcharse, las flores estaban aplastadas pero sin parar de reírse. Ante tal situación, la rosa decidió salir de su mutismo y preguntó: "¿Cómo podéis estar felices después de lo que os ha hecho ese animal? Todos os maltratan: el sol, los niños, los jóvenes,...y a pesar de eso no hacéis otra cosas que sonreir como ignorantes".
Las risas aumentaron de volumen, y finalmente una voz frágil pero firme respondió: "¿Nos llamas ignorantes a nosotras? La vida está llena de cosas buenas, pero para apreciarlas también hay que enfrentarse a las cosas malas, y ¡arriesgarse a sentir!. Es cierto que el sol nos hace sufrir, pero entonces la brisa fresca viene acariciarnos con sus tiernas manos, y la madrugada nos regala sus gotas de rocío para curarnos.Los niños nos quieren tanto que juegan con nosotras, y los enamorados depositan en nosotras sus esperanzas e ilusiones más secretas. Quizá a veces terminemos maltrechas, pero tenemos la fuerza necesaria para levantarnos porque queremos seguir disfrutando de lo bueno, olvidando todo daño. También es cierto que tú eres más bella que nosotras, pero en realidad estás subida en un trono solitario y no vives la vida, sólo logras sobrevivirla, y seguirás haciéndolo hasta que un día te posarán en un jarrón y allí te irás marchitando olvidada. Nosotras en cambio seguiremos sintiendo alegría, lloraremos de dolor, y cuando la muerte venga a por nosotras no nos importará porque podremos decir muy alto que HABREMOS VIVIDO!!  
     

No hay comentarios:

Publicar un comentario