Nací en una tierra donde el sol bordea picos montañosos,

una tierra donde los verdes son vivos y puros,

donde hay tanta belleza que la tristeza parece no tener lugar,

donde el rumor de varios ríos lanzan al unísono su cantar.

Es tierra sencilla, testigo silencioso del paso de la historia,

fue atalaya mora, se rebeló contra la injusticia

hasta que unos ilustres cristianos la vinieron a reclamar,

Y ni el pasar de los años ha logrado arrebatarle su magia y luz.

Soy afortunada, ya que nací en este paraíso al pie de la sierra,

en este eden pequeño y grande a la vez, porque yo nací en

Güéjar Sierra